miércoles, 2 de febrero de 2022

Tetuán, de su gloria a la penuria. Por: Ahmed Mgara Tetuán es una ciudad secular y con notoria presencia en diferentes puntos del globo terrestre por un motivo u otro. Tetuán es una ciudad archí conocida, su vocación humana es universal y posee renglones de historia entre las grandes referencias. Ciudad Creadora, Patrimonio de la Humanidad y conservadora de sus valores multiculturales. Lo que me indigna en el Tetuán actual es la cantidad de lobbies que se han ido creando alrededor del patrimonio y del legado de la ciudad. No voy a hablar de los olvidos, abandonos o usurpaciones, pero si me referiré a la complicidad de los pseudo tetuaníes al adoptar el silencio ante las atrocidades que sufre nuestra ciudad a niveles varios como el patrimonial, el cultural, civisacional, deportivo, empresarial, industrial, arquitectónico…En la sociedad tetuaní hay un mutismo casi total sobre los agravios de los que padece nuestra ciudad. Parece evidente que nos conformamos, generalmente, con tener presencia social pavoneando en los entierros y en los festejos, nos estamos limitando a la exhibición en las pasarelas y en los escaparates y… allá cada uno con su tema….Cosas de los que se autoproclaman "Notables" y herederos del Tetuán emblemático. Hablamos y condenamos, pero con voz baja y casi en la sombra del desinterés. Criticamos cualquier iniciativa y hacemos lo indecible por evitar su consecución. No somos creativos, o lo que es peor, se combate a los creativos por ineptos que, entre bastidores, son los más doctos de cualquier materia… Hemos tocado el fondo, y nos hemos estancado en él. Nuestra intelectualidad carece de identidad y de calidad; cada uno va a lo suyo y al infierno lo y los demás, y piensan que son ellos el eje de la ciudad pese a no creérselo ni ellos mismos. Incluso las instituciones, fundaciones y asociaciones que debieran obrar por el bien de la ciudad se pusieron gafas de sol y se limitan al proyecto personal, familiar o gremial, eliminando –al menos lo pretenden- a la gente cualificada y a las personas que pueden aportar soluciones o proyectos para un mejor futuro. El usufructo es la principal medida de la acción sociocultural en nuestra ciudad. Así las cosas, con buenas intenciones o con mala fe, se proyecta dar a conocer Tetuán por gente ajena que no representa en el panorama intelectual nacional más que a su persona o “grupito” como si el ejemplo adoptado en la esencia de campañas similares en todo el mundo no existiese. Dar a conocer una ciudad en cuestión de patrimonio y legado, de infraestructuras y de proyectos de futuro, pero desde la propia ciudad; son los mismos artesanos de Tetuán quienes debieran dar a conocer su artesanía llevándola a ferias y encuentros; son los mismos artistas plásticos de Tetuán quienes han de dar a conocer su arte lejos de Tetuán en exposiciones y en diferentes museos; son los músicos de Tetuán quienes han de salir lejos de su ciudad y dar a conocer nuestro variado legado… Pero, al parecer y para algunos, en Tetuán no tenemos nada de eso y se tuvo que costear la presencia de artistas de segundo rango o incluso desconocidos para “dar a conocer Tetuán” olvidándose de la propia ciudad. La peor manera de desprestigiar una ciudad. Tetuán ha caído muy bajo por culpa de los propios tetuaníes, por el consentimiento y por la falta de iniciativas, por la vagueza y por el egocentrismo de muchos y de algunas. Padecemos lo que hemos sembrado, nada cosechamos que no sea la vergüenza de pertenecer a una ciudad que se ama en el mundo menos en Tetuán.

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